El paralelo 38 fue también el lugar donde el cese al fuego fue llamado para dar fin a la guerra.
¿Será acaso dentro de 38 meses el fin de esta era y el comienzo de algo mejor?
El blog que busca respuestas
Hacia finales del siglo XX el turismo en Chichén Itzá se incrementó y fue cuando accidentalmente los guías de turistas descubrieron un efecto acústico que se produce en la escalinata NNE de la pirámide. Si una persona aplaude de forma frontal a la escalinata, el sonido del aplauso se propaga hacia el peralte de los escalones y rebota en forma de eco distorsionado, es decir la reflexión del sonido se escucha diferente a la fuente (aplauso), provocando un chirrido semejante al canto de un Quetzal, que es un pájaro característico de la zona cuyo significado es "emplumado" o "con plumas", es una palabra de origen nahuatl, y la utilizaban los aztecas en su habla, sobre todo cuando llamaban a su dios supremo "Quetzalcoatl" (la Serpiente Emplumada), es decir Kukulcán para los mayas que es el dios al que está dedicado el templo.
Este movimiento aparente tiene una variación adicional si nos trasladamos a diferentes latitudes del planeta. Los mayas, consideraron todas estas variables y con gran atención observaron los posibles fenómenos de luz y sombra generados durante cada día del año. Construyeron así la pirámide de Kukulcán teniendo en cuenta todas estas variables, además de las consideraciones arquitectónicas, orientaron la fachada NNE con una inclinación aproximada de 20° con respecto al norte geográfico.
Desde la última década del siglo XX, los arqueólogos comenzaron a observar los fenómenos de luz y sombra que ocurren en los solsticios de verano e invierno corroborando que durante los primeros minutos del amanece del solsticio de junio (verano hemisferio norte) y durante un período de 15 minutos, la pirámide de Kukulcán es iluminada en las fachadas NNE y ESE por los rayos del sol, mientras que las fachadas ONO y SSO permanecen en total
oscuridad. En otras palabras un 50% de la pirámide permanece iluminada y un 50% permanece en la oscuridad marcando con este simbolismo el momento exacto del solsticio.Este efecto de luz y sombra ocurre de forma semejante durante el solsticio de diciembre (invierno en el hemisferio norte), pero en el atardecer las fachadas iluminadas son la ONO y SSO mientras que las fachadas NNE y ESE permanecen en la sombra. El fenómeno se debe a la orientación de +/- 20° con respecto al norte geográfico, y la latitud en donde se encuentra ubicada la pirámide.
En la siguiente imagen podemos ver el fenómeno comentado anteriormente del solsticio con una fachada iluminada y otra totalmente en sombra:
Pero aún hay algo todavía más sorprendente en cuento a la orientación del templo. Al atardecer de los equinoccios de primavera y otoño, se observa en la escalinata NNE de la pirámide de Kukulcán una proyección solar serpentina, consistente en siete triángulos isósceles de luz invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio durante el ocaso. En Chichén Itzá el fenómeno se ve en todo su esplendor y la imagen de la serpiente de triángulos de luz y sombra es proyectada a la alfarda NNE; conforme avanza el tiempo parece descender del templo una serpiente y el último reducto de luz se proyecta en la cabeza de la serpiente emplumada que se encuentra en la base de la escalinata. Este fenómeno ocurre en marzo y septiembre, y puede observarse aproximadamente durante un período de cinco días en las fechas más próximas a los equinoccios, la duración del efecto comienza aproximadamente 3 horas antes del ocaso, al principio de estas horas se puede ver en la balaustrada una forma de luz ondulada que poco a poco se va cerrando para formar 7 triángulos isósceles, los cuales solo pueden verse durante 10 minutos, después comienzan a desaparecer paulatinamente. Los mayas realizaban una serie de preparaciones durante cuatro días y el quinto era motivo de gran celebración. Aparentemente era en la lengua de la serpiente donde se colocaban diversas ofrendas al dios Kukulcán.
Todo esto nos demustra el increible conocimiento astronómico y del mundo que poseían los mayas.
Pues esto es todo por hoy. Hasta la tercera parte.
Los números 18 (uinales), 20 (kines), 5 (uayeb), 52 (ciclos), pueden descifrarse de manera más compleja en la pirámide de Kukulcán. El templo tiene 9 niveles o basamentos, si se observa de forma frontal cualquiera de las fachadas, al tener al centro de la vista la escalinata, se puede multiplicar el número de basamentos x 2, dando como resultado el número 18, correspondiendo así a los 18 uinales del Haab. En el templete superior de la pirámide existían 5 adornos o almenas en cada fachada, de esta manera se tenían 20 almenas que representan los 20 días o kines de cada uinal. En cada fachada, en el peralte de cada basamento se encuentran paneles en bajorrelieve, en el nivel más alto son solamente dos paneles, y los otros ocho basamentos cuentan con tres paneles, de tal forma que 3 x 8 = 24 + 2 = 26 paneles, que sumados a los otros 26 paneles del lado opuesto de la escalinata nos dan un gran total de paneles por fachada de 52, es decir representan los 52 ciclos del Haab en la rueda calendárica. Como ornamentación el edificio tiene 260 cuadrángulos que coinciden con el número de días de el calendario Tzolkin.
De esta forma, y acorde a los calendarios utilizados por los mayas, se puede deducir que la pirámide no solamente esta dedicada al dios Kukulcán, sino que también observa la cuenta del tiempo dando particular relevancia a sus ciclos.
Pues de momento lo vamos a dejar aquí por hoy, todavía queda mucho de que hablar. En posteriores artículos hablaré de la particular orientación del templo, sus peculiaridades acústicas y haré un estudio fotográfico de la pirámide.